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Poesía Universal

Poesías de la literatura universal y no tanto, aquellas que han dejado una yerra de fuego en mi persona que arde en cada re lectura

Otra Estirpe y Vida- Delmira Agustini

Era aún adolescente cuando descubrí a Alfonsina Storni. El contacto con sus poesías tuvo en mí un doble impacto importante. Por un lado, despertó esa fascinación por saber de la mitología griega y romana y, por el otro, empezar a leer escritoras, es decir, poetisas.

La poesía famosa «Tú me quieres blanca», en la tercer estrofa dice:
«Tú que hubiste todas / las copas a mano, / de frutos y mieles / los labios morados. / Tú que en el banquete / cubierto de pámpanos / dejaste las carnes /festejando a Baco
«Baco», en la mitología romana, es el dios del vino, puntapié de mi aprendizaje.

Luego transité el embobamiento literario con escritoras como Violeta Parra, Silvina Ocampo, Alejandra Pisarnik, Gabriela Mistral, Emily Dickinson, Frida Kahlo… hasta que llegué a Delmira Agustini, por eso de ir leyendo libro a libro sin razón aparente. Saber de su trágico destino como Alfonsina, pero esta vez de la mano femicida de su ex marido me hizo profundizar en su breve y fascinante obra modernista que la hermana con la de Lugones o la de Mistral u otros de esa generación de 1900.

Años más tarde, cuando supe que corría en mis venas sangre inmigrante francesa llegada al Uruguay, le di otra importancia. Y hace poco volví a repasarla como quien desempolva soplando un viejo libro buscando la fórmula mágica para revivir y degustar recuerdos. Es que Delmira era descendientes de alemanes, franceses y porteños y estudió francés… el año pasado arranqué a estudiar francés, algo me llama.

Hildegaard – Eduardo Keller Sarmiento

El sol pega estampillas rojas en los canales
Mientras lloran al viento los pañales dorados
−Hildegaard… en tus ojos hay dos cirios pascuales
Hoy velando al infante de los besos pasados

Atardecer flamenco de lanchas y cigüeñas
Ya el duende de las hondas campanas se ha dormido
−Hildegaard… cierra el libro de estampas donde sueñas
La muerte es un perfil bello y descolorido

Ay… el vivir me envuelve como un faláz gusano
Y el reflejo sonriéme un deseo inhumano
Hago un signo terrible sobre el vidrio del ser
La Oración tiene un cuerpo desnudo de mujer

La tarde es ya una larga procesión de luces
Que huye de la mirada dura de la ciudad
−Hildegaard… mi recuerdo está lleno de cruces
Mira… el amor ha sido siempre curiosidad

Poema de las esquinas – E. G. Lanuza

por Eduardo González Lanuza

Para Isabel

La calle como un puente
tendido del ayer hasta el mañana
Y las esquinas
ventanales abiertos
Hacia el quién sabe! y el Quizás! de la esperanza
Allí abreva su sed de lejanías
en agua de horizontes
en ellas
se desgarra el clámide del día
y la luz se remansa
Finisterre para
las luminosas manos de los ciegos
que con su tenue caricia
la van bendiciendo
manos trémulas
unjidas
por los óleos del silencio
Esquinas
donde los carteles gritan
Por allí viene la comitiva
del bautizo de las mañanas
y como Verónicas
enjugan