Saltar al contenido

Poemas

Poemas de mi autoría
«No digáis que, agotado su tesoro, de asuntos falta, enmudeció la lira: podrá no haber poetas pero siempre habrá poesía.» (G. A. Bécquer)

No conozco el mar

No conozco tanto el mar,
aunque no lo quisiera.

Una vez,
durante el tiempo hormonal de las caricias,
deglutí almejas crudas de su cruda realidad.

La única vez, una vez,
probé esa agua salada
de lágrimas y abandono.

Se apoyó
ya atardecer de horizonte,
recorrió mi hombre con sus brazos pulposos,
me paseó en la arena,
olor a mar y arena,
a olas de Mar de Ajó,
a viento arenoso y agua salada
de otra vida ya antigua.

Avellanas

Siempre hay flores para el que desea verlas”
Henri Matisse

Hasta el punto cruz de la leyenda no supe de ti,
tejiendo estaba indecisiones,
desayunos de historias y luchas vagas,
profanos encierros en la torre de marfil,
era un bólido fugaz en la ignorancia argenta del ayer,
como ese vaivén de la vida que no tiene noción de ser.

Buscaba flores y primaveras en el éter interior,
fluía versos y medraba,
baúles de letras y sentires repletos,
corazones clamaban inciensos de voces,
era un indispensable para mi propia cotidianidad de arenas,
como el agua roja que fluye y calienta las venas.

A dónde

"¡Todo sucederá! Podrá la muerte
cubrirme con su fúnebre crespón;
pero jamás en mí podrá apagarse
la llama de tu amor."
(Gustavo Adolfo Bécquer)
Inés Leonor Díaz

¿A dónde están tus días áureos divinos,
tu mate amargo lavado,
mis hojas rayadas manchadas,
mi parco estudio inconcluso,
mi terquedad soñada,
esas pitadas con bostezos,
ese olor a tierra mojada?

¿A dónde se fue tu dote de artista amateur,
tu fácil entrega infinita,
ese galope rústico de encuentro,
los tabacos llenos de prisa,
los escaparates de llantos,
y tu sonrisa alcancía?