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Publicaciones exclusivas para miembros de «Rincón del Tojoral»

No conozco el mar

No conozco tanto el mar,
aunque no lo quisiera.

Una vez,
durante el tiempo hormonal de las caricias,
deglutí almejas crudas de su cruda realidad.

La única vez, una vez,
probé esa agua salada
de lágrimas y abandono.

Se apoyó
ya atardecer de horizonte,
recorrió mi hombre con sus brazos pulposos,
me paseó en la arena,
olor a mar y arena,
a olas de Mar de Ajó,
a viento arenoso y agua salada
de otra vida ya antigua.

Villa Labouyé por Miguel Tuyaré

Uno de mi proyectos literarios -ya terminado pero aún sin publicación- es «Localidades». Se trata de un libro de cuentos de historias y leyendas, de personas y de parajes imaginarios. Lo que ocurre en cada uno de ellos bien podría suceder en cualquier zona del país, incluso del mundo, ya que, en más de una ocasión, los hechos se repiten, son copias, derivaciones o causas comunes a la condición humana.

Cabe aclarar que Villa Labouyé, no existe y cualquier parecido con alguna ciudad es pura coincidencia, lo mismo sucede con la propia historia y con los personajes que integran el relato: son ficticios.

Villa Labouyé (versión abreviada)

Villa Labouyé es un tranquilo pueblo taciturno ubicado en la ribera del río Azulejo cuya población vive en la actualidad del turismo. Otrora supo ser un importante puerto comercial por donde salían con destino a Buenos Aires miles de toneladas de cal provenientes de una cantera localizada a pocos kilómetros de allí.

Avellanas

Siempre hay flores para el que desea verlas”
Henri Matisse

Hasta el punto cruz de la leyenda no supe de ti,
tejiendo estaba indecisiones,
desayunos de historias y luchas vagas,
profanos encierros en la torre de marfil,
era un bólido fugaz en la ignorancia argenta del ayer,
como ese vaivén de la vida que no tiene noción de ser.

Buscaba flores y primaveras en el éter interior,
fluía versos y medraba,
baúles de letras y sentires repletos,
corazones clamaban inciensos de voces,
era un indispensable para mi propia cotidianidad de arenas,
como el agua roja que fluye y calienta las venas.