Eduardo Falú no murió, se desperdigó en miles de guitarras uniéndose al sonido eterno y errante del universo musical.
Su vida renacerá en los toques de la prima a la bordona, en rasguidos nostalgiosos de vino añejo y zambas candelarias, iluminará el espíritu de cada guitarrero dejándole las manos listas para el surco espiritual de un réquiem perpetuo.
Gracias Falú por tanto amor en voces de 6 cuerdas.
Eduardo Falú (07-07-1923 ☩ 09-08-2013)
Hoy, Teresa Parodi publicó esta poesía en sus redes sociales que quiero rescatar para siempre.
Hay un silencio más entre nosotros
Una guitarra que se queda sola
pero hay un canto que se sube al viento
Y cruza lado a lado la memoria