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Familiares

Biografías de familiares de antaño, de hoy y de siempre

Félix Eusebio Bravo

Félix Eusebio Bravo nació en Colón el 15-09-1931 y falleció el día de mi cumpleaños, un 21-05-2003. También un 21-05 pero del 2019, a las 8:35 horas de la mañana, fallecía mi tía María, hermana de mi madre. De ahí que me dijeron un par de veces «matatíos», ¡porca miseria! ¡cruz diablo!

Félix Eusebio era conocido como «Huesito» y, entre nosotros, como «tío Perico». Tocaba el violín al igual que mi abuelo aunque nunca lo vi hacerlo, sin embargo, mi padre guardaba una foto en donde está con el violín al cogote junto a otros dos músicos, uno de ellos el Gringo Godein.

El tío solía llamarme «Mate Cosido» por eso de Segundo David Peralta, el archifamoso bandolero tucumano… ¿habré sido tan terrible?

Milton José Topich

María Isabel Díaz, más conocida como «tía María», estaba casada con Milton José Topich a quien le decíamos, para hacerlo calentar, «el pibe cabeza», por su prominente testa.

Todavía me parece verlo contando guita cuando iba a cobrar la timba de los pingos al hipódromo…

Cuenta la leyenda que, una vez, discutiendo con sus hijos «Cacho» y «Negrito», en un momento, sujetaron a uno de ellos (no sé si al Cacho o al Negro), lo sentaron en una silla y lo ataron. Luego el tío trajo de la heladera una chuleta y con ese elemento cárnico crudo y frío lo abofeteó.

En fin, Milton José Topich, alias «Cabeza», había nacido en Paysandú, R. O. del Uruguay, un 28-02-1933 y era mellizo con Oscar Ariel, eran igualitos.

(Oscar Ariel falleció en 1973 en un accidente laboral. Era operario durante la construcción del puente internacional Colón-Paysandú, hay una placa al inicio del puente, del lado argentino, en donde aparece listado)

Sulma María Martín – «Nini»

Mi madre me contó muchas veces sobre el fallecimiento de una hija de la tía Beba (Zulma Díaz) que apodaban «Nini».

Decía que el hecho había ocurrido por las graves quemaduras que sufrió cuando se tiró encima una olla con agua de puchero o puchero hirviendo… algo así.

Por eso, cuando andaba cerca de la cocina, me decía para aleccionarme, que tenga cuidado, que no me vaya a pasar como a «Nini» y me contaba la historia, una y otra vez.

Después de mucho tiempo y de conseguir documentos que validen no solo la historia repetida de mi madre sino mis propias deducciones, he logrado dar veracidad y luz a esa parte de la vida de mi amadísima tía Beba. Aquí les comparto una síntesis.