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Canciones Eternas

«La música expresa lo que no puede ser dicho y aquello sobre lo que es imposible permanecer en silencio» (Víctor Hugo)

Mano a mano – Celedonio Flores

Mano a mano es un tango cuya letra pertenece a Celedonio Flores en tanto que la música es de Carlos Gardel y José Razzano. Compuesto en 1920 fue grabado por primera vez por Gardel en 1923 para el sello Odeón. (Leer más en Wikipedia). 

La letra es una muestra de lunfardo y del lenguaje popular, por eso en negritas están marcadas las palabras que enlazan con su significado.

Rechiflado en mi tristeza, te evoco y veo que has sido
en mi pobre vida paria sólo una buena mujer.
Tu presencia de bacana puso calor en mi nido,
fuiste buena, consecuente, y yo sé que me has querido
como no quisiste a nadie, como no podrás querer.

Se dio el juego de remanye cuando vos, pobre percanta,
gambeteabas la pobreza en la casa de pensión.
Hoy sos toda una bacana, la vida te ríe y canta,
los morlacos del otario los jugás a la marchanta
como juega el gato maula con el mísero ratón.

Los angelitos negros

Andrés Eloy Blanco fue un abogado, escritor, humorista, poeta y político venezolano cuya obra está signada por un fuerte sentido social, tal como lo demuestra su famoso poema «Los Angelitos Negros». Esta poesía ha sido adaptada, musicalizada y cantada por innumerable cantidad de artistas de diferentes países entre los que se destacan: Pedro Infante, Roberta Flack, Antonio Machín, Nana Mouskouri, Niña Pastori, Celia Cruz, Lola Flores, Javier Solís, Julia Zenko, Imelda Miller, Emilio Solo, Chavela Vargas, etc. (leer más sobre Andrés Eloy Blanco en Wikipedia).

Personalmente conocí la canción -luego la poesía y gran parte de la obra de Andrés- gracias a un grupo homónimo chileno: «Los Angeles Negros«. Luego por «Los Pasteles Verdes» de Argentina quienes la convirtieron en un éxito por estos lares. Ambos grupos musicales la interpretaban muy escuetamente, en forma de bolero, quizás dejando de lado la parte más artística de la obra cual es la conformación de los versos con sus figuras poéticas que le dan un sentido más complejo, exquisito y social, un poco menos romántico acaso más profundo.

Tal vez la mejor versión musical de esta excelsa obra sea para mi la que hicieron «Los Olimareños«, un grupo folclórico uruguayo que le puso un tinte más enraizado con la cultura venezolana convirtiéndolo en un joropo.