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Miro este mudo desierto impávido que pasa lento,
las horas que se caen a pedazos y nada es cierto,
como una metralla me perfora la sien y los recuerdos
y es un alivio saberte que aún estas aquí dentro.
¿Quién eres? Albañil de revoque fino y grueso,
tapizas mi interior y decoras mi pensamiento.
¿Quién eres? Hornero marrón y barro fresco,
construyes mi casa contra vendaval y tormentos.
¿Quién eres? Trepador y trepado de corazón eterno,
creces y subes en esta enredadera interior.
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Publicado enPoemas