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Mes: mayo 2025

Los oficios

No recuerdo si la primera vez que escuché la frase “un oficio no te va a hacer rico pero con él vas a sobrevivir” fue por parte de mi abuelo o de mi padre lo que sí sé es que quedó grabada en mi memoria desde muy chico y para siempre; el paso del tiempo la confirmó y pasó a ser uno de los pilares sobre el que fundamento mi existencia hasta el día de hoy.

Los oficios a veces surgen de la nada, es como un don innato que genera artistas variopintos e incluso bifurcaciones hacia otros menesteres; otras veces se aprenden de algún maestro que nos revela “trucos”, que no son más que experiencias propias compartidas, o de alguien que nos empuja a expandir habilidades que ya poseemos pero aún no desarrollamos. Esos maestros son los mejores de la vida porque nos enseñan lo que no vamos a aprender en claustros escolares o universitarios.

Y una cosa es una profesión y otra muy distinta es un oficio. Según lo que dictan las definiciones propias de las palabras, oficio y profesión son cuestiones diferentes: para aprender un oficio no hace falta preparación académica, para ser profesional se necesitan estudios; un artesano no necesita estudiar, un ingeniero si. Sin embargo sostengo que una profesión se puede volver oficio y viceversa, es más, ambas llegan a convivir y completarnos, nutren nuestras capacidades y generan un espíritu propio y único sobre el que vamos gestando nuestra vida.

Tuyurete, Martín Carlos

Martín fue mi tío bisabuelo, tío de mi abuelo paterno Orlando Tuyaré. Es el único del que había sentido nombrar por parte de mi tía abuela Celeste.

Nació en Salto, República Oriental del Uruguay, el 11 de noviembre de 1869 y fue bautizado en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de la misma ciudad, el 27 de marzo de 1872 siendo sus padrinos Carlos Aviene y María Chiampo.

El 20 de agosto de 1892, con 23 años de edad, se casó con María Raffo Balbela, hija de José Raffo y Carmen Balbela, nacida en 1872. El casamiento aconteció en la misma parroquia de Salto siendo los padrinos de la boda Luis Murguía y Cruz Pérez. El presbítero que ofició la ceremonia fue Máximo Joaquín Díaz.