…en mí todo ese fuego se repite,
en mí nada se apaga ni se olvida,
mi amor se nutre de tu amor, amada,
y mientras vivas estará en tus brazos
sin salir de los míos.
(“Si tu me olvidas”, Pablo Neruda)
La amaba,
lo demuestra la sabia distancia del tiempo,
la apodíctica tenencia del alma cábala
que le gusta fisgar cada tanto para rever lo secreto,
eso que vamos dejando en el escaparate
para más tarde surtir de algún afecto.