Cuaja la noche en las hojas
del aguacero que cae,
se abre el cielo en el río
tu cristalino mirar.
Marca la yerra tu nombre
para el susurro enlazar,
cuerdas alumbran tu voz
tu voz de polen y sal.
Quemamos el mismo palo
como la yerba al tostar,
el mate me une a tu alma
y hace mis sueños sonar.
Te voy haciendo de estrellas
la noche no pasa más,
te voy tejiendo en el cielo
y tu no sabes mi andar,
cuezo bordonas y zambas
para no dejarte alejar.